
Las fotografías fueron tomadas durante mi reciente viaje de estudio por Cataluña
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Como mucho continúan practicando las viejas prácticas de «fichaje» y de oposición a todos los que podrían tener razón demasiado pronto y sobre todo a los que se hubieran dado prisa en dar a conocer los nuevos y necesarios cambios, esos que obstaculizan los intereses particulares y partisanos. A falta de experiencias y peritajes que validar les parece más tentador utilizar el resto de poder que les queda a las instituciones en decrépito y en total pérdida de credibilidad para reunir todos las patrañas, chismes y embustes disponibles sobre todos los que verdaderamente intentan crear nuevos modelos.

Una de ellas procede de un profesor jesuita, hoy en Japón, Juan Masía, después de haber querido demostrar a diversos sujetos portadores de “posicionamientos tendenciosos” que el conocimiento científico no se opone a la fe, ha aprendido pagando de su persona el gran peligro que supone tratar de reconciliar y unir sus conocimientos con los de otros que piensan continuar difundiendo viejos esquemas para ver crecer su propios intereses y sobre todo porque estos son su única razón de existir.

Lo que estaba mal se convierte en necesidad, la diversidad de la que era necesario huir marginalizando a todos los que – de una manea u otra – la encarnaban es ahora un objetivo que conseguirá ahora reunir a todos: “En definitiva una nueva sociedad donde lo que cuenta fundamentalmente es la formación, la inteligencia, la audacia, el riesgo, la diversidad, la imaginación”. Este es el nuevo campo y los factores que definen el nuevo marco, la nueva sociedad. "