sábado, 11 de octubre de 2008

Para construir una sociedad del conocimiento, no cedamos a la indecencia

Debemos, es imperativo, trabajar sobre las verdaderas competencias, la ética y la transparencia. Habíamos olvidado que, sin esta premisa no sería posible construir una sociedad basada sobre el conocimiento y verdaderamente democrática

El problema no es de hoy, seguro, pero la crisis lo ha amplificado de tal manera que vemos aparecer a la luz del día lo que quedaba oculto por el cuerno de la abundancia y la indiferencia general!

En efecto, algunos que viven sentados a la sombra del erario público y sus redes de influencia, califican ahora, en tiempos de crisis, de tecnócratas a científicos, asociaciones o personas que trabajan benévolamente sobre los objetivos alcanzados y reconocidos sobre el plan mundial por eminentes universidades y organismos de investigación e instituciones extrajeras! (Todo ello me recuerda la fable de La Fontaine “Le renard et les raisins” : “son demasiado verdes, dice el zorro, y buenos para los patanes”)
Verdad es, que desde hace años, constatamos este tipo de discurso frente a honrados actores porque estos molestan, incontestablemente, a los portadores de fraseologías vacías. Pero ademas, esos reyezuelos despóticos y sus amigos hacen competencia desleal a empresas e instituciones.
Por otro lado, estos ocupan “armarios dorados” (puestos de trabajo con contratos de por vida) en el interior de instituciones y, al mismo tiempo, partidos políticos (puestos de trabajo que reemplazan los “paracaídas de los grandes patrones del CAC 40”).
Torpes ignorantes, estos zorros/cuervos a La Fontaine, no se perciben que no se podrá coger ningún queso al otro, cuando ya no haya nada que compartir: la sociedad se revela hoy en día en quiebra, salvo a querer saquear, una vez más, al tercer mundo, como se disponen a hacerlo algunos, esta vez, a través de las Tics!

Queda bien claro ademas, que los que no forman parte por ningún partido político ni red , salvo el de la honradez y la competencia, los que no han vivido nunca gracias a las subvenciones públicas -los inembargables, inatacables e inconquistables- que no distribuirán pues ni dólares ni euros ni favores o trofeos no merecidos...- estos, aparecerán como “no frecuentables” y a los que habrá que ensuciar con rumores y a escondidas!

Sera necesario volver a leer las fabulas de La Fontaine... Desgraciadamente, no estoy segura que las ranas/sapos se conviertan en pop-stars y exploten!

Les propongo meditar sobre la mediocridad, la indecencia y el engreimiento! En efecto, los reyezuelos se han vuelto locos y piensan, en toda impunidad, continuar à expeler sapos infectados sobre las instituciones a las que pertenecen…

No demos garantía ni crédito a los que no pongan en práctica tres condiciones: competencia, transparencia y ética, los tres pilares de toda sociedad del conocimiento verdaderamente democrática!
El resto, es demagogia, y así pues, pérdida de tiempo y de crédito
Buena reflexión

Cordialmente suya
Laura Garcia Vitoria
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